¿Un compás de espera? ¿Un punto muerto? ¿Un callejón sin salida? ¿o cualquiera de las tres cosas? Es hora de parar, coger aire, y volver a reencontrarse con el mundo que no me deja tiempo ni para vivir.
Y también es tiempo de marcarse metas, lejanas si, pero metas. Y aunque no se divisen a lo lejos en el horizonte, mi barco navega firme y directo ellas con premura… ¿Newcastle? ¿Deft? Quien sabe, quizá nada… solo espero que el viento siempre sople a mi favor y que nada detenga ni deteriore mis velas.
Y por lo demás, todo sigue igual. Últimamente con más lágrimas que risas, con más sollozos y “lo sientos” que a los que la vida me tenía acostumbrado.
Cada vez con menos ganas de seguir con esta vida… con ganas de ese cambio que llevo tiempo esperando y, que espero que pronto llegue, corto la comunicación, esperando que las olas no golpeen el casco dolorido del barco que surca mis sueños.
Elessar