Ayer se dijo...

"No importa el crítico; ni aquel que muestra las falencias del hombre fuerte, o en qué ocasiones aquel que hizo algo podría haberlo hecho mejor. El reconocimiento pertenece al hombre que se encuentra en el campo de batalla, con el rostro manchado de polvo, sudor y sangre; aquel que persevera con valentía; aquel que erra, que da traspié tras otro, ya que no hay ningún esfuerzo sin tropiezo ni caída. "
THEODORE ROOSEVELT

28/4/09

Retazos

"De alguna manera
tendré que olvidarte,
por mucho que quiera
no es fácil, ya sabes.
Me faltan las fuerzas,
ha sido muy tarde
y nada más, y nada más,
apenas nada más."
De alguna manera - L.E. Aute





Se marchó. La siguió con la mirada mientras atravesaba el arco de seguridad, y se sumergía en el mar de gente que se dirigía hacia la terminal. Quizá esperó demasiado. Dejarla en la puerta del aeropuerto hubiera sido cobarde, pero más sano para su corazón, que poco a poco moría con cada paso que ella daba hacia ese avión, como si fueran espinas clavándosele en lo más profundo de su alma.

Cogió el autobús, y entre cabezazos de sueño y recuerdos fue llegando a su casa. Sabía que volvería a verla... aunque su mente le dijera que quizá no fuera a ver a la misma persona, y que quizá esos días, sólo habían sido un espejismo, algo que nunca podría probar que realmente sucedió. Llego a casa y se encontró su cama vacía. Maldijo al sol que empezaba a colarse entre su desprotegida ventana, y con más dolor que sueño, consiguió limpiar su mente y dormir.

Los días después no fueron agradables. Cada gesto, cada instante, cada comentario, por inocente que fuese, le hacía acordarse de ella. Y no sabía porque, la fuerzas que antes tenía completas, comenzaron a esfumarse. Cada noche se seguía acercándose a ella, intentaba besarla, y sus labios solo se resecaban con el viento que abría brecha en su ventana, se helaban con el beso que la soledad le devolvía. No lloró, pero quizá porque sus ojos habían secado esas lágrimas, quizá porque había llorado ya muchas veces solo y a oscuras por lo mismo.

El tiempo pasaba despacio, disfrutando el momento en que su melancolía le dañaba su ya ajado espíritu. Caminaba sólo, cabizbajo, y en su mente sólo aparecía ella. Lo llenaba todo, y a la vez lo dejaba totalmente vacío por su ausencia. Las risas eran ahora forzadas y los sueños desnudaban siempre el mismo cuerpo... Se despertó de noche, en sueño besándola, y pensó, que de alguna manera, tendría que olvidarla...

Elessar