Ayer se dijo...

"No importa el crítico; ni aquel que muestra las falencias del hombre fuerte, o en qué ocasiones aquel que hizo algo podría haberlo hecho mejor. El reconocimiento pertenece al hombre que se encuentra en el campo de batalla, con el rostro manchado de polvo, sudor y sangre; aquel que persevera con valentía; aquel que erra, que da traspié tras otro, ya que no hay ningún esfuerzo sin tropiezo ni caída. "
THEODORE ROOSEVELT

20/9/07

Cuaderno de Bitácora: Prólogo

"No soy un poeta genial, más bien mediocre; y eso no es humildad, sino más bien orgullo"
... No, la frase no es mia, y aunque lo fuera tampoco lo diría. Empiezo a escribir estas líneas de presentación con más pena que gloria... solo, con mi melancolía acostada entre mi cuerpo y su alma, con los dedos tocando un sueño tan frágil, que el leve susurro de la noche puede partirlo en mil pedazos... pero escribo, luego existo, y quizá mis versos no consigan arrancarle una leve admiración, una pizca de asombro o alguna que otra lágrima insumisa, pero seguro que consiguen entretener a la más terca de mis amantes: la soledad.
Y en esta soledad, que sólo se ve perturbada por el silencio más oscuro y la oscuridad más silenciosa, navego en mi barco de papel, sin timón ni timonel, con mi ilusión en una mano y la esperanza colgada del palo mayor, con un corazón destrozado por bandera, rumbo a una ciudad , donde los sueños se transforman en mentiras y las verdades no tienen cabida en esa urbe sin dolor, donde las noches parecen menos lóbregas y donde las almas perdidas, como la mía, encuentran descanso en su sillón.
Sigo navegando por las aguas del Belagaer, con las velas de mis sentimientos extendidas, buscando un puerto donde aprovisionarse de algo de inspiración, y encaminarnos hacia al ancho mar, en busca de mi preciado botín.
Hoy empiezo mi viaje hacia esa Ciudad Invisible, hacia los puertos de Avallonë, donde una torre blanca domina la vista desde la lejanía y donde el sol nunca ilumina lo suficiente, donde los corazones nunca se arrugan ante los infortunios de la vida y las horas pasan más despacio, donde la niebla, por intensa que sea, siempre deja mirar más allá... Hoy empiezo ese viaje... y lo que importa es llegar, dejando a un lado el cuándo.

Elessar

1 comentario:

Ed dijo...

Me alegro por tu visita, amigo. Espero que tus palabras sean el faro que me iluminen entre la niebla, para poder llegar sano y salvo a puerto, y poder compartir nuevos momentos y viejos recuerdos contigo.

Mis respetos, Capitán.

Ed