Nunca di mi mano a torcer,
jamás en mi vida tropecé tan fuerte
como para de bruces caerme
y rendido ante el tedio perder.
Jamás perdí una batalla en el cielo,
ni renuncie a la paz en el mas helado infierno,
Jamás me rendí, nunca pense
en este frio y desolado encierro.
Jamás truque el dado del parchís
nada más que lo necesario,
por perder algunos besos, caricias,
gestos lascivos que no me tocaba recibir.
Nunca entendí del todo tu nobleza,
me dejaba guiar, solamente por ti,
llegaba donde tu llegabas,
reía si te veia reir.
Hoy no te veo, ni siquiera por dentro,
no sé si te ries... no lo sé, y lo siento.
Y quizá este perdiendo
todo aquello por lo que un día morí.
Quizá tú ya me estes venciendo,
pero yo...
¡me cuesta tanto olvidarme de ti!
ELESSAR
jamás en mi vida tropecé tan fuerte
como para de bruces caerme
y rendido ante el tedio perder.
Jamás perdí una batalla en el cielo,
ni renuncie a la paz en el mas helado infierno,
Jamás me rendí, nunca pense
en este frio y desolado encierro.
Jamás truque el dado del parchís
nada más que lo necesario,
por perder algunos besos, caricias,
gestos lascivos que no me tocaba recibir.
Nunca entendí del todo tu nobleza,
me dejaba guiar, solamente por ti,
llegaba donde tu llegabas,
reía si te veia reir.
Hoy no te veo, ni siquiera por dentro,
no sé si te ries... no lo sé, y lo siento.
Y quizá este perdiendo
todo aquello por lo que un día morí.
Quizá tú ya me estes venciendo,
pero yo...
¡me cuesta tanto olvidarme de ti!
ELESSAR
2 comentarios:
Buen monologuista, mejor poeta, y aun mejor amigo. ¿Seguro que la quimica es lo tuyo?
1 abrazo
Precioso el poema y muy emotivo. Cuesta tanto olvidar, porque ahora que recuerdo; me olvidé, que olvidé olvidarte.
Besos tiernos y dulces,
** MARÍA **
Publicar un comentario